Estatua-estela de Salcedo
La datación de los ídolos ibéricos es compleja debido a la falta de contexto estratigráfico, y ha sido objeto de debate. Si relacionamos estos ídolos con los de las estelas-menhir, podrían beber directamente del megalitismo, muy potente en la comarca de Páramos.
La tipología de las distintas armas nos sitúa en el Calcolítico tardío o inicios de la Edad del Bronce —desde el 2.200 a.C.—, pudiendo extenderse este fenómeno hasta los inicios del Hierro, como precuelas quizá de las estelas diademadas y de guerrero del Suroeste.
El más conocido de estos ídolos es el de Peña Tú (Llanes, Asturias), que destaca por la complejidad de sus trazos y por la pintura roja que lo decora. Existen varios ídolos más en el noroeste peninsular —ídolo de Tabuyo en León, estela de Longroiva en Portugal o las estelas de Sejos en Cantabria—, que se pueden relacionar también con otras estelas del Bronce encontradas en Extremadura, Salamanca y Portugal. Este fenómeno no es único de la Península Ibérica, y encontramos estatuas-menhir de tipología similar también en el sur de Francia —Occitania, Languedoc y Provenza—, Córcega, Cerdeña, Italia —Apulia, Liguria, Toscana—; relacionadas quizá con las grandes concentraciones de estelas de Crimea y las estepas de Ucrania.
Centrándonos en los de estilo Monte Hijedo, hasta la fecha se han identificado seis paneles, más la estatua-estela de Salcedo, el extraviado ídolo de Sierra encontrado por Bohigas, el ídolo de Peñalaveja y el inédito de Palmira de un estilo más próximo a Sejos-Peña Tú.
El máximo exponente del fenómeno de los ídolos en la zona es, sin duda, la estatua-estela de Salcedo, encontrada —fuera de contexto— en 2007 por Ernesto Rodrigo en Salcedo (Valderredible) y publicada en “Después de Altamira” por Teira y Ontañón (2016, 45-51).
Se trata de una pieza completa y exenta de arenisca tallada de unos 74 cm de alto por 34 de ancho, pulida por sus lados y parte frontal y posiblemente dañada para su reutilización en una estructura moderna. Su forma apuntada, idéntica a la del resto de ídolos de la zona, evoca una silueta humana confirmada por el grabado en bajo relieve de un puñal y un cinturón. El puñal, muy similar al del ídolo principal de Campo Lostroso, presenta un pomo en lunato que recuerda a los puñales de estilo Remedello del norte de Italia, tantas veces representados en las estelas y petroglifos de Lunigiana y Valcamónica.
La pieza permaneció durante varios años custodiada por Ernesto Rodrigo, a pesar de sus reiterados intentos por ahondar en lo que él creía —acertadamente— que era una pieza arqueológica excepcional. Fue trasladada temporalmente al museo etnográfico local. Sus indagaciones finalmente condujeron a que en 2014 los expertos se interesaran por la pieza. Fue objeto de estudio por Luis Teira y Roberto Ontañón —artículo publicado en el compendio "Después de Altamira" en 2016— y finalmente trasladada al Museo de Arqueología y Prehistoria de Cantabria, donde ahora se puede visitar junto a sus "primos" de Sejos.
La historia de los ídolos de estilo Monte Hijedo no ha terminado. En 2017 nuestro socio y colaborador David Pantano encontró un nuevo ídolo en las paredes de arenisca de Bricia, y podemos imaginar que nuestras abundantes rocas, muchas de ellas cubiertas por la vegetación de la selva de Hijedo, aún albergan sorpresas por descubrir.
*Teira, L. C. y Ontañón, R. 2016. “Estatua-estela de Salcedo (Valderredible) y los inicios del retrato social en la Prehistoria”. En Después de Altamira: Arte y grafismo rupestre post-paleolítico en Cantabria, ed. M. L. Serna, 349-352. Santander: Editorial ACANTO.
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